Resiliencia del peso en un entorno de aranceles, Fed cautelosa y recorte por parte de Banxico

Enrique Covarrubias Jaramillo, Héctor Reyes

La semana pasada estuvo marcada por anuncios de gran relevancia en la política económica internacional. Donald Trump presentó una nueva ronda de aranceles que entrará en vigor el 1 de octubre: 100% para medicamentos patentados, 25% para vehículos de carga pesada, 50% para cocinas y muebles de baño, y 30% para muebles tapizados. A pesar de lo llamativo del anuncio, la atención de los inversionistas se concentró en la publicación del índice de precios PCE, el indicador favorito de la Reserva Federal, que se ubicó en 2.7% y cumplió con lo esperado por el mercado.

El resultado mantiene la expectativa de que la Fed recortará su tasa de referencia en dos ocasiones adicionales antes de que concluya 2025. Jerome Powell destacó que, si bien el empleo y la inflación siguen bajo presión, la economía estadounidense se mantiene robusta, lo que da margen a la Fed para actuar con cautela.

Para esta semana, la atención global recae en la política fiscal de Estados Unidos ante el riesgo de un posible cierre parcial del gobierno a partir del 1 de octubre, si no se logra un acuerdo en torno al techo de endeudamiento. Trump se reunirá con líderes del Congreso para intentar destrabar las negociaciones. A ello se suma la expectativa por los indicadores oportunos de manufacturas y servicios de septiembre, así como el reporte laboral del mismo mes, mientras que en el plano corporativo destacan los eventos de Amazon y Google.

En los mercados de materias primas, el oro alcanzó un nuevo máximo histórico al superar los 3,800 dólares por onza, con lo que acumula una ganancia de 44.7% en lo que va del año, consolidándose como refugio en un entorno de incertidumbre comercial y política.

Mientras la atención global se centra en la política monetaria estadounidense y el riesgo fiscal en ese país, en México los reflectores estuvieron sobre la decisión de Banco de México. El banco central redujo la tasa de referencia en 25 puntos base, de 7.75% a 7.50%, en línea con lo anticipado. La expectativa es que la inflación continúe dentro del rango objetivo, lo que abre espacio para nuevos recortes que podrían llevar la tasa a 7.00% al cierre de 2025.

En paralelo, por la mañana el INEGI informó que la tasa de desempleo en México se ubicó en 2.93% en agosto, su nivel más alto en un año. La cifra reflejó una contracción de 1.3 millones de empleos, concentrados en el sector servicios, lo que evidencia un deterioro en la dinámica del mercado laboral.

En este contexto, el peso mexicano mostró resiliencia y volvió a cotizar por debajo de los 18.40 pesos por dólar, con un rango de operación que se ubicó entre 18.29 y 18.56. Con ello, la ganancia acumulada en lo que va del año asciende a 11.8%, posicionando al peso como una de las divisas emergentes con mejor desempeño.

Para esta semana, se conocerán los resultados de la encuesta mensual de economistas y las cifras de finanzas públicas de agosto, que ofrecerán mayor claridad sobre el estado de la economía mexicana y el margen de acción de la política fiscal. En este entorno, el peso seguirá bajo la lupa. El rango técnico de corto plazo se mantiene entre 18.25 y 18.59 pesos por dólar, con el empleo y el posible cierre del gobierno en EE.UU. como catalizadores principales del movimiento.

– Actinver Análisis.

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